sábado, 16 de agosto de 2008

La habitación estaba bañada en negro, ni siquiera los rayos de la luna llena cruzaban por las cortinas color azul que cubrían las ventanas.
Ella estaba tendida en su cama con su piel desnuda abrazada sólo con una sabana bañada de perfume y sudor, estaba sola.
Entre aquel aroma, oscuridad e intimidad no resistió la tentación... Nunca lo había hecho antes.
Se acarició, acarició su entrepierna mojada hasta el probable mejor orgasmo de su vida. No podía dejar de pensar en que si un hombre podría ser mejor, él y su sobrevalorado miembro. Y el perfume desapareció entre sus manos...
Era sólo el recuerdo.

5 comentarios:

Francisco Rivera Rivera dijo...

¿el recuerdo de que?

que mal por nosotros. nos dieron un cerebro y un pene, pero la sangre no nos alcanza para ambas cabezas, ¿eh?

siento que en estos microcuentos escondes algo de resentimiento. Ese que a NADIE le muestras, tal como toda una señorita.

te AMO, hablamos pronto.

Karen dijo...

Interesante, admiro mucho la franqueza con la que escribes, es decir, no a todos se les facilita escribir esa tematica.

Por cierto, la bella y la bestia (el argumento) es una adaptacion de Linda Woolverton, basándose en la versión de “La Bella y la Bestia” de Jeanne-Marie Le Prince de Beaumont.

Difiere en mucho, pero te resultara enriquecedor leer la historia original.

Dolly dijo...

Está muy entrelazado con el fragmento anterior.

Cuidado lore... recuerda que las palabras son un arma de doble filo.

La habilidad de desdoblarse es propia del escritor. Pero cuando analizas la obra y te das cuenta del patron siempre presente en ella, te das cuenta de la cuota de resentimiento o secreto que quiere expresar.

Escribir puede ser letal, eso de desnudar tu alma cuando no lo controlas... te lo dice alguien que durante un tiempo, cometio la estupidez de ser demasiado sincera. Ten mucho cuidado.

Dolly dijo...

Lore... ese escrito es mio
u.u

Karen dijo...

Bueno de quien sea el escrito, esta interesante :)